Érase una vez una nube azul,
de la que colgaron los sueños de una niña,
los sueños que soñaba despierta,
las expectativas que creaba cuando dormía.
En un lugar muy muy lejano
soplaba velas y pelusas al viento,
de vez en cuando,cuando nadie la miraba,
cuando nadie estaba atento ella pedía deseos.
Se pensaba a salvo en el castillo,
se imaginaba contigo en el futuro,
se despertaba por tu primer beso
y se perdía de tu mano en otros mundos.
No hace mucho tiempo nos volvimos a ver,
ella me reconoció por el fondo de los ojos,
yo la reconocí por lo que deseaba,
ninguna de las dos se atrevió a decirlo todo.
Me susurró que a veces tiene miedo
y tira pompas de jabón,
que en cada una ha metido un sueño
y que en las grandes mete dos.
Cuando la pregunté por qué,
ella muy seria me dijo que soplara,
que si conseguía una burbuja
suficientemente grande, me lo explicaba.
Así que eso hice yo,
inspiré tan fuerte que se me hinchó el alma,
soplé tanto tiempo que pude meter
tantos deseos,que hice que explotara.
La miré y vi como sonreía,
-¿ves?- me dijo,
yo meto dos,uno para mi
y el otro para que puedas olvidar que no se ha cumplido.
Porque yo soy una niña,
y creo en los finales felices,
pero las burbújas siempre explotan,
y sólo quedo yo de los deseos que pediste.
de la que colgaron los sueños de una niña,
los sueños que soñaba despierta,
las expectativas que creaba cuando dormía.
En un lugar muy muy lejano
soplaba velas y pelusas al viento,
de vez en cuando,cuando nadie la miraba,
cuando nadie estaba atento ella pedía deseos.
Se pensaba a salvo en el castillo,
se imaginaba contigo en el futuro,
se despertaba por tu primer beso
y se perdía de tu mano en otros mundos.
No hace mucho tiempo nos volvimos a ver,
ella me reconoció por el fondo de los ojos,
yo la reconocí por lo que deseaba,
ninguna de las dos se atrevió a decirlo todo.
Me susurró que a veces tiene miedo
y tira pompas de jabón,
que en cada una ha metido un sueño
y que en las grandes mete dos.
Cuando la pregunté por qué,
ella muy seria me dijo que soplara,
que si conseguía una burbuja
suficientemente grande, me lo explicaba.
Así que eso hice yo,
inspiré tan fuerte que se me hinchó el alma,
soplé tanto tiempo que pude meter
tantos deseos,que hice que explotara.
La miré y vi como sonreía,
-¿ves?- me dijo,
yo meto dos,uno para mi
y el otro para que puedas olvidar que no se ha cumplido.
Porque yo soy una niña,
y creo en los finales felices,
pero las burbújas siempre explotan,
y sólo quedo yo de los deseos que pediste.