lunes, 25 de octubre de 2010
Preguntas retóricas
De repente,no importa dónde esté ni lo que haga,me aborda una pregunta importante,la pregunta definitiva. Así sin más,me descubro haciéndome la única pregunta que me gustaría poder contestar:
"¿Qué hago aquí mientras debería estar: cogiéndote de la mano todo el tiempo que pueda,escuchándote respirar,durmiendo contigo y sobre todo a tu lado,sintiendo tu olor tu calma y tu piel, atrapando con mi mano uno de tus pies,escuchando todo lo que me tengas que decir,enredando mis dedos entre el pelo de tu nuca,embobándome cada vez que te mire,sintiéndome casi ofensivamente afortunada por tenerte cerca y porque tú hayas elegido que yo lo esté,haciéndote al menos una foto cada día,preparándote un baño con demasiada espuma,pasando el domingo con una manta una película y tu cuello,demostrándote mis celos de vez en cuando,acompañándote al médico o diciéndote cuando menos te lo esperes que te quiero,oyendo caer el agua mientras te estas duchando, despertándote con un piropo y un café,repasando tu columna con el dedo o dándote mil y un beso?"
....
martes, 19 de octubre de 2010
La única verdad
De un lado al otro,me miran,me observan,penetran.
Se incrustan demasiado lejos,se entrometen en mis visiones de ti.
Analizan cada movimiento,devoran mis sentimientos y por un momento los hacen suyos.
Aún me reconozco en sus adentros.Aún no encuentro la salida del laberinto.Siempre me acabo perdiendo.
En ellos,oleajes agitados por ciclos lunares.En sus entrañas,mazmorras de los monstruos que quisieron poseerlos.
De este a oeste me dominan,me desnudan,me marean,roban.No conocen límites,destrozan barreras.
Son abismos,son deseos,son pecados.Son verdad,son contradicción,son toda vida conocida.
Son aquellos que a veces me cuentan su secreto.Esos que se delatan en años bisiestos.
Los ojos de mis ojos.Los ojos que de cerca me dan tanto miedo.
Tus ojos incondicionales.Tus ojos inquietos.
Se incrustan demasiado lejos,se entrometen en mis visiones de ti.
Analizan cada movimiento,devoran mis sentimientos y por un momento los hacen suyos.
Aún me reconozco en sus adentros.Aún no encuentro la salida del laberinto.Siempre me acabo perdiendo.
En ellos,oleajes agitados por ciclos lunares.En sus entrañas,mazmorras de los monstruos que quisieron poseerlos.
De este a oeste me dominan,me desnudan,me marean,roban.No conocen límites,destrozan barreras.
Son abismos,son deseos,son pecados.Son verdad,son contradicción,son toda vida conocida.
Son aquellos que a veces me cuentan su secreto.Esos que se delatan en años bisiestos.
Los ojos de mis ojos.Los ojos que de cerca me dan tanto miedo.
Tus ojos incondicionales.Tus ojos inquietos.
lunes, 18 de octubre de 2010
A la mitad.
Amar,vivir,respirar
desear,soñar,temer
llorar,suspirar,tropezar
prometer,extrañar,perder
equivocarse,dormir,ganar
sufrir,reír,crecer
estornudar,temblar,besar
y sentir todo eso a la mitad.
desear,soñar,temer
llorar,suspirar,tropezar
prometer,extrañar,perder
equivocarse,dormir,ganar
sufrir,reír,crecer
estornudar,temblar,besar
y sentir todo eso a la mitad.
sábado, 16 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
Seres karmáticos
Castigo divino son
tu cuerpo y el mío.
Equivocadas formas de
un mismo destino.
Mi alma en tu boca,
tu corazón en mi sombra.
Hijos de un mismo
Dios endemoniado,
heridas sangrantes
de otros seres humanos.
Tu cuerpo y el mío.
Penitencias de otros tiempos,
que creíamos eternos.
Sollozos que hasta
hoy aún recuerdo.
Dos diferencias irreconcilliables,
que una vez fueron reales.
La vida y la muerte
de un amor,
abnegado una y otra vez
al mismo error.
Tu cuerpo y el mío.
Finales abruptos ellos
caminando sin indulto.
Cada uno a un ritmo
por el mismo acto impuro.
Sinsentidos entrelazados aquí,
que lejos se volvieron a unir.
Perfectos uno para el otro
una vez atemporal,
condenados en esta vida
a no poder encajar.
Tu cuerpo y el mío.
tu cuerpo y el mío.
Equivocadas formas de
un mismo destino.
Mi alma en tu boca,
tu corazón en mi sombra.
Hijos de un mismo
Dios endemoniado,
heridas sangrantes
de otros seres humanos.
Tu cuerpo y el mío.
Penitencias de otros tiempos,
que creíamos eternos.
Sollozos que hasta
hoy aún recuerdo.
Dos diferencias irreconcilliables,
que una vez fueron reales.
La vida y la muerte
de un amor,
abnegado una y otra vez
al mismo error.
Tu cuerpo y el mío.
Finales abruptos ellos
caminando sin indulto.
Cada uno a un ritmo
por el mismo acto impuro.
Sinsentidos entrelazados aquí,
que lejos se volvieron a unir.
Perfectos uno para el otro
una vez atemporal,
condenados en esta vida
a no poder encajar.
Tu cuerpo y el mío.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)