
Y entonces llegó ella,y me cogió de la mano.Hizo desaparecer todo lo demás y sostuvo el universo para mirarme a los ojos.
Allí vió a quien siempre estuvo con ella y se detuvo para confesarlo.Paró mi vida y la Gran Vía más de cinco segundos para poder recordarme.
No soltaba mi mano,la verdad, ni tampoco el tiempo.Lo que nunca había ocurrido se repetía una noche de Marzo en Madrid.
La cuidad era un momento.Ella,yo y nuestro silencio.Todo tenía una razón.Todo tuvo siempre sentido.Y ese era el comienzo.
Aún así después de reconocernos teníamos que despedirnos.Entonces me dijo hasta luego.Fue suave.Su gesto predijo que no sería por mucho tiempo.
No dijimos nada porque nunca hizo falta.Sólo nos soltamos las manos hasta la próxima vez.
Y mientras ella se perdía entre la gente, yo siempre supe lo que quiso decirme.
Que no me conocía,pero que siempre estuvo conmigo.
Llevándome al lugar donde nos estábamos esperando y donde nos acabaremos encontrando:
a ese final alternativo llamado destino.
Madrid,30 de Marzo del 2010
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