Como por costumbre,

involuntariamente,
mediante automatismos
y sin mirar,
quererte.
Aún sin darme cuenta,
por inercia,
mientras duermo
y como reflejo,
quererte.
Contra mi voluntad,
inevitablemente,
a pesar de todo
y sin sentido,
quererte.
Como haberte querido,
siempre,
una vida entera
y cada cinco minutos,
simplemente.