martes, 20 de septiembre de 2011

Inercia.



Como por costumbre,

involuntariamente,

mediante automatismos

y sin mirar,

quererte.


Aún sin darme cuenta,

por inercia,

mientras duermo

y como reflejo,

quererte.


Contra mi voluntad,

inevitablemente,

a pesar de todo

y sin sentido,

quererte.


Como haberte querido,

siempre,

una vida entera

y cada cinco minutos,

simplemente.

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