jueves, 2 de febrero de 2012

pensamientos al azar en el día de la marmota.


Esto no puede continuar. Algo así no lo debería aguantar nadie, ni tú ni yo, ni todo el mundo que nos rodea y lo contempla.

Debió acabar por las mismas fechas hace demasiado tiempo, pero definitivamente.

Prolongar historias que ya tienen un final predeterminado de antemano no debería estarnos permitido.

O si no que alguien me diga; ¿para qué alargar lo que no tiene solución?

Pero claro, las decisiones importantes, siempre son difíciles. Siempre vienen cargadas de cientos de preguntas, de un millón de miedos y sobre todo, del peso de lo que vendrá después de tomarlas. Ese mundo nuevo que nos aterra, del que desconocemos el efecto y temblamos por sus consecuencias.

¿Habré hecho todo lo que estaba en mi mano?

¿Habré luchado lo suficiente?

¿Me habré equivocado ahora o realmente siempre estuve equivocada?

¿Me arrepentiré y podré rectificar?

….

Y es entonces cuando todo se paraliza y la ola de frío siberiano nos cala los huesos, el alma y los recuerdos.

El invierno se prolongará como predijo la marmota, y se nos volverá a romper el corazón congelado con un sólo golpe en cualquier momento, porque deberíamos haber tenido cojones y tomado una decisión.

En el momento en que dudamos aunque sea sólo una vez el a camino elegir, ya deberíamos tirar para delante, sea cual sea la dirección.

Quizás si nos equivocamos, podríamos vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario