Tengo apetito de otros cuerpos y
de otras historias.
Que me consuelen de mi fracaso, y
del despropósito de la
memoria.
Ni contigo ni sin ti me encapricharé
entre otras piernas.
Extrañas y que no reconozcan, que
lloro por todo aquello de lo que
ya no queda.
Sabido es que solamente deseo y
beso para olvidar.
Las grandes esperanzas del primer
amor y cien sueños a los que
ya he renunciado.
Pero necesito perder por fin la
cabeza en el intento.
Y dejar que me arranquen el corazón
a mordiscos antes de declararle
muerto.
Y lo haré por ti, y
por la vida que alguien me prometió.
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