Créeme, si por mi fuese
hubiera nadado entre tus aguas turbulentas toda la noche. Me hubiese
encomendado a tus mareas incontrolables hasta el ahogamiento. Habría arrancado
de golpe tu bandera roja para proclamar con ella mi reino. Que ondease desquebrajada
en la cima de tu cama indicándome el norte cada hora.
Si por mi fuese te habría
amarrado a mis caderas y nunca te hubiera dejado ir. Ni a otro país ni hasta la
nevera. Te habría adherido a mi cuerpo hasta la mañana siguiente. O hasta el
resto de mi vida. Nos habría convertido sin que me temblase el pulso en el faro
guía.
Si por mi fuese me hubiera
quedado a vivir entre tus sábanas. Todo lo necesario para mi supervivencia está
bajo ellas. Tus manos. Tus piernas. Tu piel. Tus esencias. La vida eterna.
Escúchame bien, ojala
hubiese sido por mi, porque sólo deseo morir en tu espalda. Comerte el corazón
a mordiscos. Lamernos todas las heridas hasta que por fin cicatricen. Desgastar
tu nombre. Que me aspires el último suspiro. Recorrerte. Enfermar de tanto tú y
yo. Dejar de tener que pensar en lo que podría haber pasado si hubiera sido por ti...

No hay comentarios:
Publicar un comentario