domingo, 29 de julio de 2012

El final de las historias interminables.



If I never see you again
I will always carry you
inside
outside
on my fingertips
and at brain edges
and in centers
centers
of what I am of
what remains.

Charles Bukowski

Las historias que duran media vida y se acaban antes de empezar, duelen demasiado. Perder o rendirse en ese caso tiene el mismo sabor. Esa amargura de tener que dejar ir, de no saber cómo hacerlo, de intentar la vida o el simulacro de ella sin ti. Cómo seguir el camino sabiendo que tú no serás nunca su final. Qué decir para explicarte que alejarme de ti es la más injusta forma de salvarme. Cuándo y dónde desligarse de la mitad más grande del corazón.
No existe respuesta alguna para todas esas preguntas. Solamente se deja de luchar. Acabas por tragarte cada una de las grandes esperanzas que nunca podrás olvidar. Y te resignas. Aceptas que lo has perdido. Que nunca volverá a ti bajo la lluvia. Y que vuestros besos no se quedarán  retenidos en ninguna polaroid. 
Sí, te has rendido. Y es entonces cuando comprendes que ya sólo queda una salida. La herida que jamás cicatrizará. El paso que nunca hubieras dado. Un miedo absoluto. Un final insoportable. El principio de algo que ni siquiera sé imaginar sin estar contigo.

Las historias que duran media vida y se acaban antes de empezar, hablarán de ti y de mi. Y de que sí que existió lo imposible.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario