Y de repente, el último verano.
En el que te vea cantar,
desafiando al sol
en cada caricia
de tus andares.
En el que desbordarme
por ser gota
que parta temprana
en dos tu espalda.
En el que huelas a ola,
mientras refugias
la ciudad con tu cabello
en sus sombras.
En el que velar noches
con el escalofrío
de que reposes por fin
entre mis dedos.
En el que colorees cielos,
de tus ojos a media
tarde y de sabor
a canela cada sueño.
a canela
En el que esperarte cada
Septiembre por si
fueras posible y no
te inventase.
En el que no te pierdas,
si vuelves de puntillas
definitivamente hasta
mi beso.
En el último verano,
este en el que a pesar
de que pronto todo acabe
aún nos retengo.

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