
Llamadme el marinero,
de la sirena perdida.
Pues atraqué mi barco cerca
del kilómetro cero.
Tras navegar a la deriva,
bajo cielos de vainilla.
Por si ella decidiera coger
el metro
y volver a mi lado algún día.
Llamadme marinero,
aunque no pueda ser patrón.
Porque me la tatuaré en el pecho,
con tinta verde.
Porque oiré sus cantos siempre,
desde cualquier balcón.
Porque la buscaré eternamente en
los mares
de la Puerta del Sol.
Llamadme marinero,
aquellos que sabéis de amor.
Pues no pararé hasta reencontrarnos,
en esta isla madrileña.
Para tenerla enfrente,
y darle el beso que nunca olvidó.
Para que entonces entendáis al fin,
que la amáis
vosotros tanto como yo.
de la sirena perdida.
Pues atraqué mi barco cerca
del kilómetro cero.
Tras navegar a la deriva,
bajo cielos de vainilla.
Por si ella decidiera coger
el metro
y volver a mi lado algún día.
Llamadme marinero,
aunque no pueda ser patrón.
Porque me la tatuaré en el pecho,
con tinta verde.
Porque oiré sus cantos siempre,
desde cualquier balcón.
Porque la buscaré eternamente en
los mares
de la Puerta del Sol.
Llamadme marinero,
aquellos que sabéis de amor.
Pues no pararé hasta reencontrarnos,
en esta isla madrileña.
Para tenerla enfrente,
y darle el beso que nunca olvidó.
Para que entonces entendáis al fin,
que la amáis
vosotros tanto como yo.
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